Debido al tamaño de la mayoría de las morsas, no es de extrañar que consuman grandes cantidades de alimentos, tienden a permanecer cerca de las costas, y pueden sumergirse hasta 250 pies para encontrar los alimentos que desean consumir. Son capaces de permanecer bajo el agua durante unos 30 minutos antes de salir a tomar aire.
Su principal fuente de alimentación son los moluscos. Parece que tienen una preferencia por las almejas, sin embargo, son extremadamente oportunistas, por lo que consumirán una amplia variedad de cosas que se encuentran en el agua. Esto incluye camarones, cangrejos, gusanos y corales. Algunos estudios demuestran que la morsa consumirá focas y aves de ser necesario. Esto ha sido verificado por el contenido estomacal de morsas fallecidas.
Hay pruebas que sugieren que algunas morsas pueden tener el deseo de alimentarse de focas después de haber sido obligadas a hacerlo por un período determinado de tiempo. El perfil de estos individuos son, generalmente, machos extremadamente grandes, pueden consumir tantas focas en su vida que terminan con manchas en la piel debido a la grasa. Se cree que estas morsas más grandes tienden a sentirse satisfechas cuando tienen algo en sus cuerpos que les ofrece más sustento, y lo encuentran con la carne de la foca.
Cuando ninguno de estos alimentos está disponible, se alimentan de los enfermos, ancianos, e incluso de los jóvenes en sus rebaños, una forma muy hostil y agresiva de supervivencia en la que participan las morsas. Este comportamiento caníbal es muy raro, pues por lo general hay suficiente comida en el agua para que puedan sobrevivir. Algunos aseguran que la morsa es un animal caníbal por naturaleza, pero esto no es cierto, en su lugar, se cree que su instinto se activa cuando no existe ninguna otra opción para sobrevivir.
En el agua no tienen problemas para conseguir comida, utilizan sus bigotes para encontrarla y sus aletas para agarrarlas. Tienen una forma muy interesante de consumir sus alimentos, una morsa cuenta con una poderosa mandíbula y es capaz de succionar la carne de su fuente de alimento mediante la acción combinada de los labios y la lengua, muy similar a la succión de una aspiradora.
Las morsas no tienen la mejor visión en aguas turbias, pero lo compensan con las sensaciones en sus bigotes. Buscan sus alimentos lo suficientemente pegado al suela para que sus pliegues se arrastren a través de los sedimentos. Esto les ayuda a exponer las fuentes de alimentos, también acumulan grandes cantidades de agua para luego rociarla con fuerza y de esta manera descubrir sus alimentos.
Por lo general, consumen aproximadamente el 6% de su peso corporal total. Si tenemos en cuenta que algunas morsas pesan más de 3.000 libras nos daremos cuenta de la gran cantidad de alimentos que deben buscar diariamente. No les toma demasiado tiempo hacerlo, y la mayoría de las morsas comen sólo dos veces al día. Pueden consumir miles de almejas en pocos minutos, y n mastican sus alimentos a pesar de que tienen dientes. En su lugar, se lo traga todo. Si tienen cazan grandes presas pueden usar sus dientes para triturarlas en pedazos más fáciles de tragar. También son conocidos para tragar rocas a medida que consumen su comida, estas rocas no parecen hacerles daño, pero se han encontrado en los estómagos de las morsas fallecidos.